Les dejo un minicuento para el fin de semana.
Un milagro
Llorenç Villalonga
Le habían asegurado que la Sagrada Imagen retornaría el movimiento al brazo paralizado y la señora tenía mucha fe. ¡Lo que consigue la fe! La señora entró temblando en la misteriosa cueva y fue tan intensa su emoción que enmudeció para siempre. Del brazo no curó porque era incurable.
FIN
7 comentarios:
genial, de verdad
caramba, son misteriosos los caminos del Señor
La fe es una poderosa entidad que hace lo que quiere de nosotros!!
Amen...
A veces, poder no hablar es el gran milagro.
Saludos.
Quizá era el milagro que había ido a pedir su esposo ; )
Sí,quien sabe....los caminos del Señor son inescrutables.
Me gustó la sugerencia de Ana ;-)
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