A fines de 2007 mi matrimonio estaba atravesando lo que sería su última crisis. En diciembre nos separamos suponiendo que al no convivir íbamos a poder mantener una mejor relación. Pero tampoco pudimos.
Ahora sé nuestra separación es definitiva. Después de años intentando terapias-viajes-libros-sexólogos para salvar mi matrimonio estoy feliz de saber que sólo me debo a mí. Bueno a mí y a mis hijas. Bueno , a mí, a mis hijas y a mi trabajo. O mejor dicho, a mí, a mis hijas ,a mi trabajo y a mi casa. Lo que sea, no me tengo que dedicar más a resucitar un cadáver.
De todos modos, esta nueva etapa me está llevando mucha energía y lamentablemente mantener el blog no quedó en la lista de prioridades. Así que es probable que sea el final de Alicia R. y sus hermanitos, o por lo menos que postee en forma esporádica.
A todos los que me acompañaron, muchas gracias y ¡hasta la vista!
