miércoles, agosto 30, 2006

Tu look esta re-out


Hoy a verme vino una chica de veintiún años por primera vez. Me avisó que la del turno siguiente era su mamá. Al hacerla pasar, había visto superficialmente una señora de unos cincuenta sentada a su lado. Mientras se vestía empecé a buscar la historia clínica de la madre para tenerla a mano. En mi lugar de trabajo el nº de historia es el nº de documento del paciente.

Encontré una historia. El nombre coincidía, pero me llamó la atención el nº de documento: veintidós millones y algo. Me pareció que ese número entraba en una categoría propia llamada "gente bastante más joven que yo". Y como yo me siento muy joven, es casi lo mismo que decir "gente absurdamente joven", cosa que no parecía ser la señora que yo había visto con una hija de veintiún años.

Verifiqué el nombre de su madre con mi paciente, pero a pesar de eso continué preocupada: "Me parece que por error me mandaron la historia de tu hermana. Tu mamá no puede tener ese nº de DNI. ¿O es que tiene algún nº especial que no corresponde con su edad?". La chica me contestó muy suelta: " Lo que pasa es que mi mamá tiene treinta y cinco años. A mí me tuvo a los catorce. Después tuvo cinco hijos más. Yo le digo que parece una vieja". Trágame tierra. Intenté hacer algún comentario gracioso, creo que dije algo así como: "no le digas a tu mamá que la traté de vieja" como si todo hubiera sido una broma. No creo que se lo haya tragado , pero la hija parecía coincidir en mi apreciación.

Después la ví a la señora. Pensaba lo injusta que es la vida (en su sentido frívolo, por supuesto). A pesar de lo que nos quieran hacer creer las propagandas de cremas para la cara, ninguna mujer de cuartena parece de treinta. Por más esfuerzos que haga. A lo sumo te pueden dar un par de años menos. Está bien, con viento a favor hasta cinco años menos. Sin embargo , comiencen a tener hijos a los catorce años, engorden treinta kilos y pierdan algunos dientes. ¡Y nadie va a adivinar la verdadera edad!

lunes, agosto 28, 2006

Las madres de familia intercambian Alplax


Entre las vacaciones de una y de otra, los feriados y un congreso hacía tiempo que no la veía a Silvia. Como supongo que mis jefes no leen este blog, les puedo contar que si ya terminamos de atender en mi última hora de los lunes nos encerramos en mi consultorio y nos dedicamos al bla-bla-bla.

La actualización no fue muy auspiciosa. Ella estaba muy alterada por los vaivenes de los exámenes de ingreso de su hijo al secundario. Yo, histérica porque mi hija menor no quiere aprender a leer. Yo creía que los chicos querían aprender a leer. Que era un logro que los hacía sentir orgullosos. Que era algo "de grandes". Para ser sincera no sé que quieren "los chicos", pero Pilar está muy orgullosa de NO saber leer, no tiene facilidad para la lectoescritura, ni le interesa hacer el más mínimo esfuerzo por aprender.

(Antes de que me sugieran que quizás tenga una especie de dislexia o algo así como me dicen mis padres, me atajo diciendo que ya fue evaluada por una psicóloga, una psicopedagoga, la oftalmóloga y tiene hecha una audiometría. He dicho)

Bueno, el tema es que le confesé que hacerle escribir 3 trabalenguas en cursiva fue tan desesperante que en un momento, para no pegarle fui corriendo a tomar un Alplax. El problema fue que la caja que encontré vencía en octubre 2005. Detalles, pensé y Pilar se salvó de la paliza. El lunes, cuando llegué al consultorio, me encontré con el visitador médico del laboratorio correspondiente, quien me dió un original de Alplax (los médicos ODIAN comprar medicamentos, pero eso es tema para otro post).

Silvia no había podido dormir por los resultados de los exámenes de ingreso. La segunda noche, desesperada, buscó algo para tomar. Por supuesto, lo que encontró estaba super vencido, pero ¿saben qué? Tuvo mucha suerte, porque también tenía una caja de Rivotril que no tenía fecha de vencimiento. Suponía que debía haber sido hace bastante, pero ojos que no ven....Lo tomó.

Me ofrecí gentilmente a cederle la mitad de mi caja de Alplax. Siguió un amable interambio de "no, una tira es demasiado, saco sólo algunos". "Llevala completa, hasta que tome los que quedan se van a volver a vencer". " Gracias".

Seguramente con mucha voluntad, dedicación, tolerancia, buen humor y viento a favor el hijo de Silvia aprobará el ingreso y la mía aprenderá a leer. Sólo espero que no tengamos que recurrir mucho a la farmacopea.

sábado, agosto 26, 2006

Un milagro


Les dejo un minicuento para el fin de semana.


Un milagro

Llorenç Villalonga

Le habían asegurado que la Sagrada Imagen retornaría el movimiento al brazo paralizado y la señora tenía mucha fe. ¡Lo que consigue la fe! La señora entró temblando en la misteriosa cueva y fue tan intensa su emoción que enmudeció para siempre. Del brazo no curó porque era incurable.

FIN

miércoles, agosto 23, 2006

El placer de dormir sola


No sé si es un placer si se duerme sola noche tras noche, pero mi adorado cónyuge se fue de viaje de trabajo por 2 noches y 1 día, y qué lindo es...

  • Dormir atravesada, de costado o cómo se me ocurra.
  • No amanecer con un codo en mis costillas.
  • No tener que escuchar el ruido de la tele hasta el mismísmo momento en que apago la luz. Eso logrado con largos años de adiestramiento.
  • No tener que escuchar el ruidito de las teclas del juego del celular en que está concentrado mi adorado. La tele es la música de fondo.
  • No tener que sentirme culpable porque me quedo webeando en la computadora, mi vicio, en lugar de ir a compartir los últimos momentos del día.
  • Poder leer en la cama sin ruido de fondo.
  • Poder ver la tele. Setenta balcones y ninguna flor me parece casi más lógico que 65 canales y nada para ver. Pero por lo menos hice el intento de ver que hay en la tele, más allá de los canales infantiles y los programas dedicados a los autos y las motos.
  • No ser despertada porque se levantó para ir al baño.
  • No ser despertada porque no puede dormir y da vueltas todo el tiempo.
  • No ser despertada porque se levantó para buscar una aspirina.
  • No ser despertada porque puso mal el despertador.
  • No ser despertada porque se olvidó de apagar la alarma del celular.
  • En resumen, no ser despertada por ningún ruido.
  • No tener que levantar el toallón húmedo de la cama.
Les cuento que escribí este post este fin de semana, en la primera noche que pasé sola. Lo dejé para ver si se me ocurría algo más.
Al final lo que me ocurrió es que con tanta paz dormí mal las dos noches, me desperté varias veces y me desvelé temprano (grrrr). No sé si interpretarlo como que amo tanto a mi marido que no puedo vivir sin él, o por lo menos dormir sin él, o que el ser humano se acostumbra a todo, o ambas.

Somos demasiado complejos. Buenas noches.

domingo, agosto 20, 2006

Fiesta de Quince - Ailén PoV

No pude resistir, luego de leer el post anterior, contar mi propia versión. Soy Ailén, la susodicha hija que cambió su "vale por un fiesta" por el "vale por una notebook". Mi segunda (primera en 10 años) fiesta de quince... ¿qué tal sería? Dejando la PC, Colloquial Kansai y el piano a un lado, me preparé para el acontecimiento que, sospechaba, no iba a ser demasiado agradable...

Todo comenzó, por supuesto, con Las Preparaciones. Mi calzado favorito son, sin duda, mis zapatillas deportivas negras. Pero, por supuesto, el -sorprendentemente no tan incómodo- conjunto de pollera y blusa no iba a quedar muy elegante con ellas, así que tuvimos que emprender, mi madre y mi oportuna gripe (que, como suele suceder, no es ni suficientemente fuerte como para ser una razón irrefutable para quedarse en casa ni suficientemente suave como para que el mundo no girara ligeramente) el Viaje.
Fuimos a la avenida más cercana, que, como era de esperar, estaba totalmente abarrotada; y recordé lo que siempre olvido en el lapso de tiempo entre cada compra: 37 será estándar, pero los tacos también. No solo eso. Los diseños me parecían más apropiados para mi abuela que para mí. En nuestro trayecto por varias galerías (soñando con una aspirina para mi creciente dolor de cabeza y un incendio que destruyera el salón de fiestas) encontramos un lindo par de zapatos. Eran maravillosos, y ¡hasta parecían cómodos! El entusiasmo decayó cuando encontramos que “eso” no era el número de serie.
Empezando a considerar ir descalza, seguimos recorriendo la eterna calle, negocios sucediéndose unos a otros en total y confusa continuidad. “¿Ves algo en esa vidriera?” “No.” Un segundo. “Sí.”
Escondido entre algunos pares que me hicieron dudar de la cordura de ciertos diseñadores encontré unos zapatos de tacón no-tan-alto bastante pasables. Deseando volver tan pronto como fuera posible, entré, me los probé, vi que efectivamente se podía caminar con ellos, pagamos y nos fuimos.
Mirando el taco esa noche averigüé que, probablemente no superara los 2cm². “Bueno”, pensé. “Va a haber sillas.”
Mientras más conozco lo que debería usar como fémina, más me gustan mis cómodos conjuntos deportivos. ¿Qué sádico inventó los tacos? No me refiero específicamente a los de diez centímetros o a los tacos aguja. Me refiero a los tacos comunes, los que usan las mujeres comunes.
Si voy a tener que usarlos todos los días, me hago una operación de cambio de sexo.

Lengua afuera llegué, con hermana, padres, regalo, tacos y aún algún residuo de gripe (luego de algunas cuadras de más) al portón dorada del salón. A esta altura podrán imaginarse los estimados lectores que no soy una fanática de las fiestas ni las “lágrimas de felicidad”; así que no pude evitar tener un mal presentimiento cuando vi, detrás de la persona que sostenía la curiosa puerta, una fila de velas y globitos y cintitas y etcétera. Vi algo más: una escalera (que, como en las películas, parecía alargarse frente a mis ojos) conduciendo al verdadero lugar de la fiesta.
“¿Apellido?”, preguntó amablemente el encargado de que nadie entrara sin invitación. Ah, yo hubiera regalado la mía con felicidad… “Debe estar como Romero.” “Hm… Alicia, Javier, Pilar; mesa 1. Ailén, mesa 5.”
“...¿Ah?”, pensé, asintiendo con una sonrisa y mirando disimuladamente a Alicia, quien entendió el mensaje: “No voy ni que me paguen”
No me gusta hablar con gente nueva. No, corrijan eso. No me gusta hablar con gente de mi edad, al menos no en fiestas. He encontrado geniales amigos en la escuela y en japonés, pero es más probable verme, en una reunión, hablando con los padres de una persona de mi edad que con ella en sí. ¿Tal vez tenga algo que ver con ser la única de toda mi familia de mi edad? Quién sabe. No me gusta ser obligada a callarme, aplastada por una avalancha de nombres desconocidos para mí, fingiendo interés por lo affaires románticos de alguna mal llamada vedette. Así que me quedan dos opciones: la verdad o el silencio. Ya que la primera es garantía de incomodidad generalizada, opto por la segunda. Pero no es divertido. De ahí mi decepción por ser asignada a otra mesa.
“No importa”, me susurró disimuladamente mi progenitora, “te sentás con nosotros y punto.”

Apenas llegamos al piso donde realmente trascurría la “acción”, encontramos mesas vacías sin numerar, ningún lugar donde poner los abrigos, comida (Alicia quería y no podía, yo “podía” y no quería; Pilar compensó al mejor estilo Homer Simpson), gente desconocida (... o eso creía yo, hasta que se acercaban y decían algo como “¡cuánto creció!” y yo tenía que sonreír intentando averiguar cuál era exactamente su relación conmigo) y un piso tan poco adecuado para caminar en tacos como cualquier otro. Luego de aproximadamente una hora de nada, finalmente la gente comenzó a sentarse y allí fuimos.
“¡Ah, Ailén! ¿Vos no estabas en la mesa 5?”, preguntó la madre de la cumpleañera, mirando hacia la mencionada mesa... totalmente ocupada. Bendije al colado, fuese quien fuese.
Video, humo. Juro que creí que me ahogaba. En algunas fotos aparecía yo, aunque me costó un buen rato reconocerme, ya que las imágenes databan de hacía 9 años.
Fin del video. Mi memoria se vuelve un poco borrosa en ese punto, probablemente debido a la muerte de neuronas provocada por esa niebla artificial y, según sospecho, altamente tóxica que se repitió varias veces a lo largo del tiempo que estuve allí. No estoy segura, pero creo que en ese momento sirvieron la entrada. Exquisita y pequeñísima, por supuesto, pero como mi estómago de todos modos no se hallaba en el mejor de sus días no me importó en lo más mínimo.
Vals. Realmente mi amiga me dio lástima. Su sonrisa pegada con plasticola parecía el tierno intento de un aprendiz de carpintero en la cara de un títere. Los aspirantes a pareja de baile, unos 30 entre parientes y amigos, hacían fila. Me reí por lo bajo con alivio de no ser yo la que iba a tener que soportar los músculos faciales doloridos.
Y la primera regla de los bailes parece seguir en pie: lo que suena en los parlantes, sin excepción, ese desvarío de pasos grotescos de intento erótico mal llamado música, también conocido como “cumbia villera”. El nombre, pésimo. Degrada a la pobre gente de las villas. “¿No bailás?”, me preguntó bienintencionada la madre, quien debía estar gastando una pequeña fortuna por minuto. Tal vez no logré ocultar la frialdad de mi tono, porque no volvió a preguntar. Volví a sentir esa sensación de alivio que ya se estaba haciendo común cuando vi a las pobres chicas “bailando” con tacos. Ah, por cierto, la segundo regla también se cumple: los pares de cromosomas no se mezclan. Si de los bailes dependiese el futuro de la humanidad, no habría porqué preocuparse por la contaminación.

Las películas de quince son como ver una película que ya vista con una amiga y su novio (o, en su defecto, una amiga y su grupo de amigas). Lo interesante empieza más tarde de lo que dice en la entrada, uno está tan incómodo que se olvida de divertirse, no puede hablar con quien le interesa, tiene que hablar con quien no quiere y solo llega a comer dos puñaditos de pochoclo. Y, para colmo, uno ya se sabe el final. Espero encontrar la forma de divertirme tanto en las Fiestas de Quince como cuando cuento que el Asesino Misterioso es Jack el Forastero.

viernes, agosto 18, 2006

Mis Quince Años


No tengo nada en contra de las que cumplen 15. No tengo nada en contra de las que hacen una fiesta para festejar sus 15. No tengo nada en contra de las familias que hacen una "Fiesta de Quince". Tengo todo en contra de las familias que hacen una "Fiesta de Quince"...y me invitan. Y lo peor es que no pudimos dar ninguna excusa para no ir.

Así que gastamos un montón en ropa que quizás nunca volveremos a usar y fuimos. Las Fiestas de Quince , al igual que las Fiestas de Casamiento no se hacen con el propósito de pasarla bien y festejar el grato acontecimiento. Nada de eso. Si sucede es un efecto colateral del verdadero propósito que es el Video y las Fotos.

Estábamos sentados en la mesa principal (supongo que por un error) con gente a la que, hace años ví alguna vez. La charla es parecida a la que uno trata de sostener en un ascensor, pero en lugar de durar 6 pisos, dura 6 hs y debe ser hecha a los gritos por encima de la música.
En eso, entra la homenajeada y baila el Danubio Azul con el padre.(Foto y video). Luego bailan la madre con el padre (foto y video) y la quinceañera con el hermano. (Foto y video). El hermano huye aliviado y la niña ,con una sonrisa de plástico y cierta cara de pánico, sigue bailando con los invitados asignados a quedar inmortalizados en las fotos y videos . Los padres siguen bailando. Por decir algo a mi compañera de mesa, le comento: "¡Cómo siguen bailando Claudia y Eduardo! Se ve que les gusta... La señora me mira con cara de lástima y me contesta: "Es por la foto". Ah, yo pensé que les divertía bailar.

Lo demás ya lo imaginan. La fiesta estaba coreografiado más rígidamente que un ballet clásico. Video con fotos de la infancia con efectos de humo. Demasiado humo, con mi hija mayor nos preguntábamos si no sería tóxico. Anuncio entusiasta del locutor de "ahora, con ustedes ¡el catering!". ¿Por qué tanto anuncio? ¿Acaso no nos pensaban servir algo para comer? Desfile de los mozos con las bandejas incluyendo parada para sacar la foto y el video de lo que sirvieron. Momento de cumbia villera para bailar a reglamento, seguidos de momentos de servir alguna cosita. Ceremonia de las velas . Firmar el álbum de fotos de la homenajeada (lo más parecido a un book de modelo) etc, etc.

Me imagino que alguien determinó que ese modelo de fiesta es "la más divertida y la mejor" y no dudo que es la que debe producir los mejores recuerdos gráficos. Pero no a todos nos gusta sentirnos parte de la representación. A algunos nos gusta hablar sin que la música nos ensordezca. A otros no les gusta bailar. O que les racionen la comida porque la fiesta tiene que durar 8 hs para ser un éxito.

Reconozco que mi punto de vista es parcial porque no me gustan las fiestas en general. Menos gastarme fortunas para festejar "el mejor día de tu vida", que habitualmente resulta el más estresante. Mis fiestas de 15 y de casamiento fueron reuniones familiares en casa. Mi hija de 14 (de tal palo,tal astilla) ya canjeó su Fiesta de Quince por una notebook. Por eso, además me siento culpable por la gente que me invita con la mejor buena voluntad y yo estoy viendo cómo puedo no ir /irme lo antes posible

Alicia (el alma de las fiestas)

miércoles, agosto 16, 2006

El Congreso autorizó anoche por ley las cirugías anticonceptivas gratuitas

El Congreso autorizó anoche por ley las cirugías anticonceptivas gratuitas (10/8/2006)


No voy a caer en la obviedad de decir que ya era hora y que era ridículo que fuera un delito algo que es de la intimidad de cada uno y no perjudica a nadie. ¡Uy, al final lo dije!

Lógicamente aumentaron las consultas por este tema. ¿La verdad? Cuenta la leyenda que en tierras muy muy lejanas existen hombres que se han hecho una vasectomía. Así como me lo contaron, yo lo repito. Pero lo que es acá....

Mi experiencia es que ante el planteo de "mi amor, sería buena idea que te hicieras una vasectomía", la mayoría se decanta por un NO. Ellos son machos y no se van a andar cortando nada por ahí abajo.

Luego tenemos a la primera minoría. La respuesta es: "Mi amor, tu propuesta es una excelente idea. ALGÚN DÍA lo voy a hacer. Mientras esperamos el feliz arribo de ESE DÍA, florecieron los limoneros, nuestros hijos se recibieron, tuvimos que reponer 3 electrodomésticos, se duplicó el valor de las propiedades y nuestro vestido favorito sólo sirve para hacer trapos.


Debo confesar que este último tipo de ejemplar es el que tengo mejor estudiado ya que convivo con uno de ellos. Ahora estoy analizando hacerme colocar un DIU que me dure muchos años.
No quisiera que tome una decisión apresurada.

Es que ya tengo el triste ejemplo de una encantadora colega del área psi madre de 4 hijos. Su marido es uno de los hombres que conozco que más cerca estuvo de hacerse una vasectomía. Llegó a tener fecha para la operación, pero por no recuerdo que problema del medico, la cosa pasó a la categoría ALGÚN DÍA. Decidimos que lo mejor era que le colocara un DIU hasta que llegara ESE DÍA , que años después no ha llegado.

Quizás el problema sea el halo de ilegalidad que hasta ahora rodeaba al tema. Lo que no le perdono a mi marido no es que no se haya operado, sino que me hizo preguntar entre mis colegas quién hacía vasectomías “en privado” (eufemismo que quiere decir “haciendo caso omiso a las leyes vigentes”). Lo malo, y eso es culpa mía, es que por un lamentable fallido quedó en claro que la información no era para una paciente sino para mí. Y todo para nada.

domingo, agosto 13, 2006

¡Dios mío!


Hace un par de días, escuchaba Amadeus mientras manejaba. De repente oigo que anuncian el sermón "Bienaventurados aquellos que rechazan el consejo de los ateos" de un autor alemán (o austríco) desconocido para mí. La música bellísima,¡así te convencen fácil! La letra en alemán, pero me imagino lo que dirá :-)

Me hizo reflexionar sobre el poder aplastante de la iglesia en otros tiempos, cuando si uno quería escuchar buena música tenía que ser con ese argumento. Y recordé algunas frases sobre Dios, dioses , religión ...

"Todos somos ateos respecto a la mayoría de dioses en los que la humanidad ha creído alguna vez. Algunos de nosotros simplemente vamos un dios más allá".
Richard Dawkins

"La realidad es aquello que, cuando dejas de creer en ella, no desaparece".
Philip K. Dick

"Un mito es una religión en la que ya nadie cree".
James Feibleman, filósofo estadounidense

"La mayoría de los hombres prefiere y encuentra más fácil creer que tomarse el trabajo y la preocupación de investigar".
León de Gandarías

"La vida en Lubbock, Texas, me ha enseñado dos cosas. Una es que Dios te ama y vas a quemarte en el infierno. La otra es que el sexo es la cosa más horrible y sucia sobre la faz de la tierra por lo que debes reservarlo para alguien a quien ames".
Butch Hancock

"Ella no creía en nada; sólo su escepticismo le impedía ser atea".
Jean Paul Sartre.

"Los hombres crueles creen en un dios cruel y utilizan su creencia para justificar su crueldad. Sólo los hombres bondadosos creen en un dios bondadoso y, además, de todas maneras serían bondadosos".

Bertrand Russel.


sábado, agosto 12, 2006

Muñecos en equilibrio

¿Cuántas horas ha perdido la humanidad en encontrar el centro de gravedad de los muñecos articulados? Y en obtenerlo por breves segundos, antes de que se vuelvan a caer

miércoles, agosto 09, 2006

Calladita te ves más bonita 2


Silvia, una paciente a quien conozco desde hace mucho me comentó que estaba pensando en hacerse un implante, pero que no se decidía porque le habían dicho que era muy doloroso. No recordaba nada en especial de sus pechos, pero teniendo mi edad y siendo madre de 3 chicos, pensé que quería devolver a sus mamas su aspecto y volumen pre embarazo-lactancia, embarazo, etc

Mi conocimiento del tema es teórico, pero le empecé a comentar que lo doloroso no era la opración en sí, pero que la piel quedaba muy tensa por un tiempo y eso dolía...Me interrumpió con un "pero yo pensaba hacerme un implante dental". Ohhhhhhhh, qué vergüenza.

Menos mal que se lo tomó bien.

Dicionario argentino español

Para que mis lectores del más allá (del más allá del Atlántico) no se pierdan ni la más mínima de mis geniales palabras, les ofrezco este Diccionario argentino español (para españoles)


Fuera de broma, está muy bueno. Ahora, ¿para cuándo alguien amable hace un diccionario español argentino (para argentinos). Seguramente años de traducciones españolas nos tienen bastante bien entrenados, pero todavía hay cosas que se me escapan...

domingo, agosto 06, 2006

¿Hace frío en Buenos Aires?


¿Hace frío en Buenos Aires? Supongo que, salvo que estemos en el desierto del Sahara o en medio de la tundra siberiana,la cuestión climática es bastante relativa.

El domingo me encontraba en un negocio (comprando mi celular, esto es para ver si leen todos los posts :-). En este rincón, la que les habla cubierta con 4 capas de ropa. Del otro, un veinteañero rubio con aspecto de extranjero. Lo más foráneo era que sólo usaba una remera de algodón de mangas cortas. Brrrrr, me daba frío verlo...

En estos días más fríos, yo empiezo a limitarme a ponerme una capa más de ropa y hasta lucir mis guantes. Después comienzo a pensar en que es el momento de sacar de su letargo de naftalina prendas como el tapado de piel o pantys de lana. Si no me apuro, se van a terminar los días fríos que permiten lucir esas prendas. Así que me las pongo, y justo ese día cambia el clima y me cocino a fuego lento.

Sin embargo, nada peor que lo que me sucedió a los 20 y pico. Me compré un enterito rojo que me pareció super original. Esperé un día de frío, que por supuesto no fue tal, y todavía recuerdo el calor que pasé. Con los años me dí cuenta de que había comprado un equipo de esquí.

miércoles, agosto 02, 2006

¿Quién inventó el dormitorio en suite?


O sea ¿a quién se le habrá ocurrido que el mejor lugar para el inodoro era dentro del dormitorio?

¿Quién determinó que no hay nada mejor que acompañar el sueño, la lectura o la tele con los sonidos y olores repugnantes que vienen del sector pis-caca de nuestro espacio vital?

No es que una no sospechara que su cónyuge emite esos hedores y sonidos, pero la constatación diaria no incrementa la fascinación por la pareja.

Mucho menos cuando va acompañada por la "pelea por el desodorante". ¿Pusiste desodorante? ¡No puiste el desodorante! (seguido de una rociada explicativa algo exagerada que vacía el frasco) ¡Poné más desodorante!

Con esto último tengo la ilusión de conseguir que mi dormitorio,recientemente empapelado,decorado y con una hermosa vista al cielo deje de oler a mierda. Pero desde ya les advierto que es una ilusión vana. A lo sumo, consigo que lo que respiro sea una mezcla de encantadoras-blancas-y-fragantes-florcillas-del-bosque-de-la-ladera-de-la-montaña-alpina-donde-se-encuentra-la-cabaña-de-Heidi con el olor a mierda anteriormente mencionado.

De todos modos,supongo que puedo considerarme una privilegiada por tener un dormitorio con un baño en suite. Mis hijas, por ejemplo,si quieren ir al baño, tienen que salir de su habitación y caminar 0,30m una y ¡0.50 m! la otra. Pobres,¿no?