miércoles, mayo 30, 2007

Mi bebé


Yo quisiera saber qué es lo que impulsa a los hombres a salir del auto para cargar nafta. O sea uno llega, para al lado del surtidor y en lapso variable un empleado se acercará a preguntarnos qué tipo de combustible y cuánto queremos cargar. Acto seguido encajará la manguera en el tanque (previa apertura de la tapita, en caso de que tenga llave. El mío ni eso), marcará la cantidad a cargar, la nafta pasará hasta que finalice la carga, cerrarán la tapita , nos cobrarán y nos iremos.

A mí el proceso me parece lo suficientemente aburrido y previsible como para quedarme en el auto escuchando música. Pero por un importante trabajo estadístico de campo, que consiste en mirar a los otros conductores y a mi marido cuando voy de acompañante, me parece que en alguna parte del cromosoma Y hay un gen que ordena saltar del auto, quedarse parado a su lado mirando ansiosamente alrededor, abrir personalmente la tapita y quedarse mirando el fascinante proceso del principio al fin. Bueno, a veces pueden distraerse viendo las latas varias con aceites y otras cosas (no sé bien que son)

¿Será que consideran que si uno se queda sentado con la calefacción no demuestra lo suficiente su amor a su auto? ¿Será considerado un rasgo gay? Hay preguntas que me dejan perpleja.

viernes, mayo 25, 2007

El jogging es un camino de ida


A veces, casi sin darnos cuenta nos vamos hundiendo en un camino de difícil retorno.
Tiempo atrás iba a trabajar con pollera. Cuando salía usaba tacos altos aunque viajara en colectivo. Después fui cayendo lentamente. Empecé a usar pantalones y botitas para trabajar y jeans y zapatillas para mi vida "normal". De eso no me pude recuperar. Nunca más tuve el espíritu de salir una oscura madrugada de invierno con pollera y el interés de encontrar unos zapatos haciendo juego. Luego, algo peor. Me compre algunos equipos de jogging y lo hice mi vestimenta extra laboral.

Realmente es un camino de ida. Una vez que me acostumbré a vestirme con esas prendas informes pero TAN cómodas y zapatillas, lo hice mi estilo de vida. No me importaba ofrecer un aspecto lamentable. Hasta que un día reaccioné. Y emprendí un lento camino de recuperación. Ahora puedo decir orgullosa que mi uniforme son los jeans elastizados. Sólo uso pantalones de jogging para el gimnasio. Pero sólo para eso. Porque sé que una vez que se prueban es difícil volver a usar ropa linda e incómoda.

Este es mi testimonio. Espero que les sea útil

jueves, mayo 17, 2007

Diálogos con la pequeñita


Algunos diálogos con mi hija de 7 años:

Pilar vuelve contenta del parque. La llevó su tía abuela, que además le regaló $10. En el camino de vuelta nos detenemos a comprar algunas cosas en la librería.
-Si no me alcanza, ¿me prestarías tu plata?, le pregunto al ver que tenía menos de lo que pensaba.

-¿Prestar es devolver?
-¡Claro! Si no, no es prestar, es regalar.
Me los prestó de buen grado.

Entro con unas bolsas.
-¡Vas a ver que cosas lindas que te compré!
-Mami, ¿por qué me compras tanta ropa?
-Porque quiero que estés linda, que parezcas una princesa...¿Por qué, no te gusta que te compre ropa?
-La verdad es que preferiría que me compres otras cosas.
(¿Se acuerdan lo odioso que era que nos regalaran ropa para el cumple? Era un no-regalo, o mejor dicho un regalo para los padres)

Le muestro orgullosa mis nuevas tarjetas y recetarios.
-¿Viste que lindos que son?
-Tienen unas cositas.
-No son cositas, es así. Es papel reciclado. Es para darle un aspecto más....
-¿Sucio?
-No, sucio no, más...
-¿Feo?
-No, es para que parezca más.....natural.
(Que ignorante que es todavía. No se da cuenta de que el papel reciclado con sus defectos calculados, es mucho más cool y más fashion y que vale la pena pagar más por el)

lunes, mayo 14, 2007

Gimnasia retro

Algunos de los lectores de este blog se preguntarán qué me llevó a poner estos videos, pero bueno, los fanáticos somos así :-)

Hace muchos años pude ver a Paul Hunt, un gimnasta-comediante que parodiaba la gimansia artística femenina de aquella época. Una de sus rutinas más graciosas es la que imita los ejercicios de Nadia Comaneci en las paralelas asimétricas con los que consiguió un 10.

Nadia en los Juegos Olímpicos de Montreal


La versión de Paul Hunt


Otra vez Paul Hunt como una "bella" gimnasta en la viga de equilibrio y acá haciendo ejercicios de suelo

viernes, mayo 11, 2007

Decisión apresurada


Los que viven en Buenos Aires ya lo saben y a los demás se los cuento. El mes pasado llovió intermitente e insoportablemente. Hubo un par de días por acá y por allá de "no lluvia", pero no los suficientes como para que yo pudiera concretar la decisiva acción de hacer lavar el auto.

Tuve la mala idea de comprar un auto negro. Deslumbrante y enigmático cuando está limpio, estado transitorio que dura sólo horas. De todos modos, ya se imaginarán que luego de un mes de no lavarlo, ya no era una fina capa de tierrita lo que tenía. Era la misma tierra fértil de la Pampa Húmeda lavada y embarrada por la lluvia más las contribuciones de los pájaros de la ciudad.
Mi hija mayor decía: - ¡Este auto es un asco! ¿Cuándo lo vas a lavar?
-Cuando pare de llover, era mi despreocupada respuesta.
La chiquita aportaba: -Debe tener un cartel que diga "Inodoro de palomas".
Mi marido callaba, porque si el suyo estaba apenas más limpio es porque no pierde oportunidad de usar el mío con la excusa de que es "más práctico".(Traté de disuadirlo poniendo un llavero con una réplica miniatura de una zapatilla de ballet. Pero, o acepta muy bien su lado femenino o lo considera poca cosa con tal de usarme el auto).

Finalmente un lunes dejó de llover. El pronóstico anticipaba varios días de tiempo soleado y frío. Decidí que había llegado el momento de llevar a lavar a mi autito. Lamentablemente no fui la única en pensarlo. En todos los lavaderos había largas colas. Tampoco iba a estar haciendo cola para eso. Me parece un comportamiento netamente masculino. Hacia el jueves, los lavaderos seguían llenos, pero se habíamos quedado en salir el viernes con unas amigas. Si bien estaba dispuesta a pasear a mi familia en esas condiciones, me dió vergüenza pasar a buscar a alguien así. Ese día era sí o sí.

Tuve que esperar media hora en la calle hasta que pude dejar el auto, pero finalmente lo conseguí. Cuando volví a buscarlo relucía en toda su gloria al sol. ¡Estaba tan hermoso! Recordé porqué lo elegí negro (maldita sea).

Pero esta historia no tiene un final feliz. ¿Pueden creer que una de mis amigas se enfermó y terminamos posponiendo la salida? Al final , tomé una decisión apresurada. Podría haber tirado un par de semanas más.

domingo, mayo 06, 2007

Marketing personal

Creo que no se puede exagerar la importancia que tiene el marketing personal. Saber cómo venderse , destacando nuestras virtudes es imprescindible para triunfar en el competitivo mundo laboral de hoy en día. Sin embargo, no todos lo dominamos en forma intuitiva. Muchas veces es necesario hacer un curso para conocer las técnicas que nos van a abrir la puerta del éxito. Porque hay gente que se presenta de tal manera que llama al fracaso. Tomemos como ejemplo a la trabajadora del sexo de "Yo soy esa"


Carmen Sevilla (1953). La versión que más me gustó, pero incompleta y el sonido con deficiencias.

Yo era luz del alba,espuma del río,
Candelita de oro puesta en un arta;
Yo era muchas cosas que ya s\'han perdio
En los arenales de mi volunta.
(Empieza bien, pero ella misma declara no tener voluntad para luchar por el éxito)
Y ahora soy lo mismo que un perro sin amo,
Que ventea er sitio donde va a morí..
(Además de poco voluntariosa tiene una actitud negativa. Le recomendaría repetir afirmaciones positivas frente a un espejo)
Si arquien me pregunta que como me llamo,
Me encojo de hombros y contesto así:
(Todos sabemos que es importante presentarse con una sonrisa.....aunque sea falsa. ¿Algún empleado de McDonalds pregunta en qué lo puede ayudar encogiéndose de hombros?)

Yo soy...esa...
Esa oscura clavellina
Que va de esquina en esquina
Vorviendo atrás la cabeza.
Lo mismo me llaman Carmen,
Que Lolilla que Pila;
Con lo que quieran llamarme
Me tengo que conforma.
Soy la que no tiene nombre,
(De más está decir que todo lo anterior es un grave error. Es aconsejable elegir un nombre que sirva como estrategia de branding)
La que a nadie le interesa,
(¡Esto es lo peor que le puede pasar a un emprendimiento comercial! Habrá que replantear completamente la estrategia de ventas, buscar nuevos atractivos ¿ponerse más tetas?, ¿aparentar estar desnuda debajo del tapado de piel?. Son sólo ideas, habría que trabajarlas más en un brainstorming. Proponer un programa de fidelización de las clientes, no a sus esposas claro, sino con algún programa de premios o descuentos por puntos)
La perdición de los hombres,
(¿Tan mala es teniendo sexo? Claro, por eso no le interesa a nadie....Tendría que hacer algún curso de técnicas sexuales avanzadas)
La que miente cuando besa.
(¿Habla mientras besa? No importa lo que diga, no se le debe entender nada.)
Ya...lo sabe... Yo soy... esa...
(Esa, esa...Insisto, ¿qué poder de marca tiene llamarse esa?)

Un mocito bueno, borracho de luna,
Pudo ser la tabla de mi sarvacion;
\"como a ti te quiero, no quise a ninguna;
te ofrezco la rosa de mi corazón\"
Y yo que mintiendo me gano la vía
Me sentí orgullosa der cariño aque
Y para pagarle lo que me quería,
Con cuatro palabras lo desengañé.
(Sinceramente, no creo que le alcance con el curso de marketing personal. También tiene que hacer un curso de autoestima y cambiar su actitud tan negativa por una positiva)

Otra versión de "Yo soy esa" por Isabel Pantoja. Más completa y con mejor sonido.

martes, mayo 01, 2007

Turismo aventura


A propósito de una serie de posts de Laurabaires sobre su viaje a Machu Pichu, me quedé pensando que existen dos tipos de turismo. Antes de seguir con el tema, les quiero contar que también existen dos clases de personas: las que clasifican todo y las que no. Yo pertenezco decididamente a la primera categoría.

Decía entonces, que existen dos tipos de turismo. El que busca experiencias y lugares novedosos preferentemente exóticos, y el que busca “pasarla bien” en un lugar previsible y lujoso. Habitualmente se considera al primero como la quintaesencia del turismo con el valor agregado de experimentar otras culturas, al tiempo que se desprecia el visitar hoteles y resorts similares que sólo se distinguen por su ubicación geográfica.

En lo personal, después de un viaje bisagra a El Cairo, me inclino a pasar mis vacaciones en cualquier lugar que me asegure unas comodidades iguales o superiores a las de mi propia casa. El problema de los destinos exóticos es que muchas veces están situados en países tercermundistas. Entonces me sucede que para:

1) Conocer cómo vive la gente que no gana lo mínimo para subsistir….lo puedo hacer en Buenos Aires.

2) Ser objeto de lo que hacen para sobrevivir….

  • Ser acosada por todo tipo de vendedores ambulantes.
  • Ser acosada por todo tipo de mendigos.
  • Tener que pagar por una serie de servicios no solicitados como que me limpien (o ensucien) el parabrisas o me abran la puerta del taxi.
  • Tener que pagar por algo gratuito como estacionar mi auto en la calle porque alguien me exige un pago por “cuidármelo” ...lo puedo hacer en Buenos Aires

3) Caminar por la calle tratando de no ser víctima de arrebatadotes, atracadores y ladrones varios...lo puedo hacer en Buenos Aires.

4) Vadear por zonas inundadas, iluminarme con velas, tiritar por falta de presión de gas y sufrir cortes de teléfono y cable...lo puedo hacer en Buenos Aires.

5) Comer alimentos en mal estado en un puesto callejero sin control sanitario…lo puedo hacer en Buenos Aires.

6) Enfermarme por tomar agua contaminada…quizás no lo pueda hacer en la Capital Federal propiamente dicha, pero es fácil si me alejo unos km

7) Conocer gente de otras culturas, como las bolivianas que venden en la calle con sus vestimentas típicas...lo puedo hacer en Buenos Aires.

¿Ven que no tiene nada de malo abstraerse del exterior pasando de una sucursal de una cadena hotelera internacional a otra? Para “experiencias” ya tengo las de todos los días.