sábado, enero 31, 2009

Contraataque


Cansadas de las evangelistas que nos tocan el timbre todos los sábados a la tarde, mi hija y yo estamos haciendo un folleto con una contra-religión.

Se aceptan aportes y sugerencias.


Ya van a ver...


domingo, enero 25, 2009

De vacaciones: reviviendo nuestos genes paleolíticos

Se dice que tenemos genes paleolíticos. O, explicado de otra manera, que millones de años de evolución nos adaptaron para un estilo de vida de cazadores - recolectores. A emplear nuestro esfuerzo físico en conseguir comida en un entorno limitado. Por las dudas, aclaro que con "esfuerzo físico" no me refiero al que requiere clickear el mouse, y que "entorno limitado" no es lo que entra en el baúl del auto al volver del supermercado.

Claro que nuestro estilo de vida moderno cambió mucho. Pero, nos fuimos de vacaciones a Mendoza y pudimos rescatar algo del estilo de vida paleolítico. No fue planificado, por supuesto. Resultó que gracias a Internet elegimos alojarnos en La Posada del Vino. No leímos que decía "camino" al Valle Grande, no "en" el Valle Grande. Como conclusión llegamos a un lugar hermoso, tranquilo, pero básicamente en medio de la nada y sin ningún servicio de comida ahí mismo.

(esto es lo que se veía desde nuestra cocina)

Como ayunar no estaba en nuestros planes, terminamos encontrando una pequeña proveeduría más allá en la ruta. Yo había llevado café, leche en polvo y sopas "hasta que pudiéramos comprar". Huelga decir que usamos hasta la última molécula y la reposición la hicimos a la vuelta en Buenos Aires.
Pero no podíamos vivir con solo eso, así que el primer día conseguimos un paquete de fideos, un puré de tomates, unas galletitas de salvado y algo de queso. Bien, ¿no?
Al día siguiente, a los fideos que se iban a constituir en nuestra cena, pudimos agregrar calabaza (¿o zapallo anco?) La verdad es que con el queso nos quedaba muy bien, y quedó como el almuerzo.
Íbamos y veníamos varias veces en el día (el ya mencionado esfuerzo físico) para ver que podíamos recolectar. La chica que atendía traía la mercadería un su moto, así que las existencias eran limitadas y bastante impredecibles (el famoso entorno limitado).
Sin embargo, como muestra del espíritu de progreso de la humanidad, no nos quedamos tranquilas. Conseguimos lechuga, tomate y cebolla, algunas naranjas y más adelante un melón y duraznos (melocotones). Comenzamos a negociar para que nos trajera algunos productos exóticos en la zona. Yogures dietéticos (conseguimos 6), queso untable descremado (no tuvimos éxito), Coca diet (conseguimos una). Por favor, si cuando estábamos por irnos ya nos habían preguntado si nos gustaban los postres dietéticos Ser de chocolate (sí). Lástima que ya nos volvíamos...
En conclusión, no fue una experiencia muy larga. Solo ocho días, pero habíamos establecido una dieta basada en desyuno y merienda a base de café con leche y galletitas de salvado con queso, a media mañana comíamos un yogur, el almuerzo era con calabaza y queso , ensalada de tomate y lechuga con sal y la fruta que tuviéramos. En la cena comíamos los fideos con salsa de tomate y más fruta.
¿Si tuve hambre? Claro que no. ¿Extrañaba comer "cosas ricas" (en mi caso dulces)? La verdad es que no mucho. Y si en algún momento me pasaba no tenía nada para satisfacer mi impulso, así que se me pasaba. Volví a Buenos Aires preguntándome porqué como tantas golosinas (o si no las como, por lo menos porqué ocupan tanto mis pensamientos). Supongo que sencillamente porque están ahí. Y si no están ahí, se puede acceder muy fácil. Así que volví y retomé el tironeo de "no me conviene comerlo". En algunos temas es más fácil cuando no hay elección.
Pero no solo me preocupé por temas dietéticos...
Me llevaron a muchas bodegas. No solo eso, también me dieron muchos vinos para degustar. Tantos que, de ser una abstemia absoluta, empecé a considerar la idea de tomar algo. Ya abrí una botella de vino que alguien, en algún momento me regaló. Hasta tomé un poco...


Fuimos a la alta montaña.


Hicimos rafting en el río Atuel

Visitamos el Cañón del Atuel y nos felicitamos de que manejara otro.


Como Mendoza es una zona semidesértica tiene numerosos embalses y diques para generar energía y para riego. Una vista de Los Reyunos.

Este es el mismo lago, antes de meternos a nadar.

miércoles, enero 07, 2009

Hasta la vuelta (otra vez)


Me voy de vacaciones. Sola.
Bueno, no exactamente sola. Me voy con una amiga.
Me refiero a que no llevo hijas ni (ex) marido.

Me voy dejando algunas cuestiones domésticas pendientes.
Al final, resultó que el padre de mis hijas, o bien no hizo el curso habilitante para ejercer como un ex de excelencia, o no aprobó el examen final.
La empleada que trabaja en mi casa desde hace cinco años me acaba de decir que se va en un par de meses.

Todo se irá resolviendo.
A la vuelta