domingo, julio 09, 2006

Algo más sobre la vacuna del HPV

La primera vez que escuché en un congreso de ginecología (mi medio de vida desde hace….muchos años), que en 5 años iba a estar disponible una vacuna para el HPV , me pareció increíble. Mi hija mayor iba a ser una adolescente para esa época y esperaba que estuviera disponible para entonces.

La expectativa se cumplió. La vacuna tiene nombre y está en las farmacias (o estará dentro de muy poco). Los medios se sumaron a la campaña de promoción. Que se puede prevenir el cáncer de cuello uterino, que todas las mujeres jóvenes deberían vacunarse. Sin embargo, a medida que fui sabiendo más, la realidad es bastante decepcionante.

Lo lamento mucho, pero antes de contarles sobre la vacuna del HPV tendría que contarles algunas cosas sobre el virus y su relación con el cáncer.

El HPV es un virus. Se contagia habitualmente por vía sexual, pero no siempre. Es muy común. Se calcula que más de la mitad de las mujeres tuvo contacto con el virus. En la mayoría de los casos, la infección se cura sola y ahí termina todo. En otros queda como una infección persistente.
En algunas mujeres esta infección provoca lesiones. Se las llama lesiones de bajo grado. Si se las deja la gran mayoría se cura sola o queda así.
Sin embargo, el 15% progresa a lesiones de alto grado que pueden ser precursoras de un cáncer de cuello de útero. Una vez que tenemos una lesión de alto grado, si la dejamos vemos que la mitad se fue sola o está igual, pero que la otra mitad ya es un cáncer.

Esta progresión (si se produce) es muy lenta. Se calcula que entre una lesión de bajo grado y un cáncer pasan aproximadamente 10 años. La función del Papanicolaou es justamente encontrar esas lesiones precursoras mientras sean curables con tratamientos no agresivos.

Una idea fundamental es que el HPV es lo que se llama un “cofactor necesario” para el cáncer de cuello. O sea, puede haber mujeres con HPV que no tengan ni vayan a tener cáncer (que por otra parte es la inmensa mayoría), pero del pequeño grupo que desarrolló un cáncer de cuello TODAS tienen HPV.

La idea de la vacuna es que si se pudiera evitar que las mujeres se contagien con HPV, no podrían tener cáncer de cuello. Por supuesto, habría que vacunar antes de que puedan infectarse o sea, antes de que comiencen a tener relaciones sexuales. Hasta aquí, todo bien.

Pero, el HPV no tiene un único tipo de virus. Existen decenas de cepas. Algunas están asociadas a las lesiones benignas (tipo verrugas) y otras son oncogénicas (son cancerígenas). La vacuna que se desarrolló por medio de una maravilla de ingeniería genética que se refleja en su costo. Protege contra las cepas 6 y 11 (que dan verrugas benignas pero molestas) y contra las 16 y 18 que son cancerígenas.

Mientras que la cepa 16 provoca la mitad de los cánceres de cuello en el mundo, la 18 se lleva el 25%. La fracción restante corresponde a otras cepas. Esto no es igual en todas partes. En EEUU, la segunda en frecuencia es la 18. En la Argentina no hay datos de todo el país, pero los estudios que se hicieron en algunas provincias muestran que el más frecuente es el 16, seguido de 33, 18 y otras cepas según los lugares.

Para resumir (digamos que me acordé algo tarde), digamos que se trata de una vacuna muy cara (3 dosis, en que suman entre 360 y 450 DÓLARES).

En el mejor de los casos evitaría 3 de cada 4 cánceres (probablemente menos en nuestro país). Como hay cánceres asociados a otras cepas, habría que seguir haciendo controles con Pap.

Dicho sea de paso, el rastreo universal con Papanicolau hace el cáncer de cuello una rareza. Otra ventaja, es baratísimo ¿Y cuántas mujeres cumplen con los controles en la Argentina? La respuesta es desoladora. Aproximadamente el 15%. Muy poco.

Entonces, estamos de acuerdo que el desarrollo de la vacuna es una joya de la ingeniería genética. Al margen de eso, ¿cuál es la verdadera utilidad que va a tener? Pareciera que menos de lo que nos dice la propaganda

1 comentario:

MmdTh Alias Vane, Pao dijo...

muy buena data!!!
Gracias!