
Solo transcurrieron un par de días de la creación de la Liga y la reiteración de estas situaciones refuerza mi convicción sobre la necesidad de esta cruzada.
Almuerzo. Sirvo un pollo al horno con papas. Mi hija menor pregunta:
- ¿Qué es esta parte negra?
- Pollo.
- Pollo.
- Pero los pollos no tienen cosas negras.
- Este sí. Es un pollo multicolor.
- ¿Por qué?
- Porque sí. (No me importa que Piaget se retuerza en su tumba. Seguro que no le daba de comer a sus hijos)
- Pero, ¿por qué porque sí?
- Porque así lo quiso Dios (en tono sarcástico)
- Pero, ¿no era que no eras religiosa?
- Cambié de idea. (Lo necesito si tengo que seguir sosteniendo estos diálogos muchos años más)
7 comentarios:
La próxima vez, ante una nueva parte negra del pollo, decile que es así porque su papá gallo (pronuncialo separado para que adquiera credibilidad) era africano.
Y buen provecho.
Hurricane: muy buena idea. De paso me permite enseñar "tolerancia a la diversidad" y "no molesten a mamá" en una sola frase. Gracias.
jajajaja. O le mandás, no hay que ser racista.
Aca el problema no es la calidad, sino la cantidad. Necesito una liga de cocineras a gran escala para alimentar leones.
Coincido con Ana, definitivamente, alimentar varones, es OTRO tema.
Cuando mis hijos (niña y niños) preguntan qué es eso?, con cara de asco yo contesto: caca de dinosaurio! (o de jabalí, dientes de cocodrilo, etc, etc.) Y si no querés, no comas! Así es la democracia.
Rossana: coincido :-) Un beso.
Ana: ¿contratar a un equipo que pueda pelar miles de papas como se ve en las películas? :-) Besos
Irene. te copio la idea.Besos
Jaaa. Siguiendo con mi religión inventada- que de alguna manera engancha con esto- yo bajé el nivel de demanda socializando la tarea de cocinar.
Ahora mis niñas me bautizaron The Lord of The Rice y no protestan.
Publicar un comentario