sábado, noviembre 15, 2008

Mil veces no debo


A veces pienso que la gente era más feliz antes de la invención del teléfono. Podía atribuir las fallas de la comunicación a factores externos. La carta se había perdido, el mensajero se había ahogado, la paloma mensajera había sido abatida, que sé yo…

Y claro, cuando se agregaron los celulares, los emails y los sms todo empeoró. ¿Cómo resistir el impulso de decírselo YA? Que entre el pensamiento y la acción medie una sola tecla, puede ser francamente peligroso.

Por suerte, leyendo mirá! , y de ahí la contratapa de Página 12, me enteré de una nueva función de Gmail. Su objetivo es dificultar los mails impulsivos, especialmente de noche y con unas copas de más. En principio parece interesante, pero (además de hacerme pensar que Google va a terminar por dominar el mundo) tiene limitaciones.
En lo personal, los emails que envié y NO DEBIERA HABERLO HECHO, fueron diurnos y sobria. Soy totalmente abstemia, lo cual es una suerte porque si hago esas cosas sobria, no quiero imaginar que haría borracha.
Para gente como una, van un par de sugerencias:

1) Al estilo AA: al mejor estilo de un programa de 12 pasos, llamar a una amiga y decirle: “Ya conocés mi problemita (si es tu amiga, no solo lo conoce, si no que está harta del tema). Me comprometo a llamarte cada vez que quiera (inserte lo que corresponda)”

2)Huida precipitada: Cada vez que nuestros pensamientos conduzcan a “ahora mismo le voy a mandar un email/sms/llamar y le voy a decir que…”, huir inmediatamente de cualquier dispositivo que permita comunicarse. Salgamos a la calle.
Si somos realmente afortunados allí nos encontraremos con un tsunami, una revolución o nos reclutarán para trabajar en la construcción de una pirámide. En cualquiera de estos casos, el problemita del mail quedará resuelto definitivamente. En el peor de los casos caminar un rato lejos del ícono “Enviar”, nos hará perder algo de la urgencia.

Les aseguro que funciona. En el momento. Luego el impulso vuelve y hasta que con el tiempo se debilite y desaparezca, habremos logrado un excelente estado aeróbico.

Lo que no me parece poco…

PD: mi hija sugiere que se puede usar la calculadora del Windows para resolver los cálculos. Tiene razón. Otra limitación del método.

5 comentarios:

Bere dijo...

Tengo una amiga que necesita instalar ese sistema YA!! pero YA!!, me parece que le voy a bloquear el SMS tambien!

Alicia R. dijo...

Bere, también podés borrarle ESE CONTACTO del celular. Así la próxima vez que quiera mandarle un SMS va a tener que buscar el teléfono (si lo tiene...)

Xavier Adsuara dijo...

¿Tan malos son los impulsos? Ayyyy, dónde va a quedar la espontaneidad. No obstante, que conste que creo entenderte algo (sólo algo, eh, que no soy mujer, me temo). Un beso.

Ana dijo...

Hace un tiempo una compañia de celulares creo que australiana le ofrecia a sus usuarios el servicio de bloquear en sus celulares llamar a ciertos numeros en determinados horarios (supongamos, sabado de madrugada) justamente para evitar llamadas a ex novias, ex amigos o novias y amigos que despues de la llamada seguro pasaban a la categoría de exs. Cariños, siempre te leo y ando por aca.

Alicia R. dijo...

Miroslav, depende de adonde nos conduzcan los impulsos. Tener la espontaneidad de expresar nuestros sentimientos y que la respuesta sea el silencio es, para decirlo suavemente, frustrante. Si ya lo suponíamos que el deseo de comunicación era unilateral, entra decididamente en la categoría de impulsos malos :-) Un beso

Ana, ¡un placer verte otra vez! No tengo tu mail. ¿Me escribís a aliciarba@gmail.com y charlamos un poco? Besos