sábado, noviembre 17, 2007

Ya estoy de vuelta


Ya estoy de vuelta. De vuelta de Puerto Madryn, pero también de vuelta de una monografía que estuve escribiendo últimamente, y me llevó mucho más tiempo que el viaje.
Sucedió que en marzo encontré un curso anual sobre tema profesional interesante. Me entusiasmé.
-Es nada más que un viernes completo una vez por mes. Justo el día que no trabajo. No hay problema-me engaño. Olvido que si bien el viernes no trabajo, justamente está lleno de actividades que hago ese día porque...no trabajo.
Leo palabras como "examen final" y "monografía". Mi cerebro se pone en blanco. No importa, falta mucho tiempo. Ya veré. Pero el tiempo pasa y además ponernos viejos como dice Pablo Milanés, llega el momento de ocuparse de la monografía.

Ya en el curso, cuando repartieron los temas de las monografías, se explicó que cada tema se podía hacer en forma individual o con otro compañero. Por supuesto, que mi intención era hacerla sola. Años de "trabajos en equipo" durante mi educación formal, me demostraron que a la larga es más fácil. El aporte del equipo suele ser que uno trabaja y los demás miran, y lo peor ¡molestan!. Como decía, cuando se dieron los temas, una colega que acaba de conocer, me preguntó si quería que la hiciéramos juntas. Tenía mis reservas. Lo poco que sabía de ella era que tenía hijas con edades similares a las mías. A simple vista, parecía una persona normal. Me dió vergüenza decirle que no. Le respondí que por-supuesto-encantada. Fue un error.

Cuando le pedí el email, me dió el de su marido. Dió a entender que el lo abría con más regularidad y que era mejor que le escribiera ahí.
Con el tiempo descubrí que:
  • El marido tampoco abría el correo. Si lo hacía, no le avisaba que tenía un email. Si le hacía, ella no los leía. Vía muerta.
  • Ante mi insistencia de que leyera lo que le mandaba (efectivamente, yo estaba escribiendo la monografía sola), me encontré con que ella "no sabe usar la computadora". La culpa es mía por no querer atravesar toda la ciudad para reunirnos todos los fines de semana durante meses, escribir a mano el trabajo y mandarlo a pasar. Esto me suena. Yo lo hice...en 1991.
  • Candorosamente escribí la monografía en un documento de Google para que estuviera online y ella pudiera ir viéndolo en tiempo real, modificando o poniendo comentarios en lo que le parecía. Nunca pasé de las palabras "mirá que te mandé una invitación para que puedas ver la monografía desde tu casa".
  • Mi compañera tampoco sabía escribir con el teclado de la computadora. Le llevaba mucho tiempo. No como a mí que la PC me lee las ondas cerebrales y lo digitaliza al instante. ¡La p... que te p...! ¡A todos nos lleva mucho tiempo escribir un texto!
  • Como insistía en colaborar ¿? le dije que hiciera un tema corto. Le mandé la bibliografía (porque yo sé hacer algo re-mágico que es buscarla en las bases de datos en Internet y hasta mandar mails a gente que está en ese tema para pedirles sugerencias de bibliografía. Basta de aplaudirme. Soy modesta por naturaleza) , y recibí algo asombroso. Nunca creí que un médico podía escribir algo tan pobre y con tantos errores de ortografía y tipeo.
  • Resultó que la mierda que me mandó la había hecho el marido (también ginecólogo). La conminé a que me lo devolviera corregido y con algunas detalles agregados. Por ej, las referencias bibliográficas.
  • Cuando le comenté que le faltaban muchas tildes Según ella, lo había leído y no estaba mal. En tono contenido le expliqué que los acentos no son cuestión de opinión. Casi le recito "van con tilde las palabras agudas que terminan...", pero me contuve.
  • Finalmente, conseguí que me enviara una versión bastante mejorada con respecto al original. Y...¡POR EMAIL! Díganme si no terminé haciendo una obra de bien. Le enseñé a usar el email a una médica de 45 años.
Ya mandé la monografía a la tutora y me contestó que está muy bien. Además cumplí una buena misión en el Universo. No se puede pedir más.

14 comentarios:

tolenti dijo...

Me contracturé de solo leerte. Qué odio que me da!! Y sí, se puede pedir más: no vuelvas a cometer el mismo error

Rossana Vanadía dijo...

Con algunas pacientes te comunicas por mail? Yo estoy feliz porque puedo pedir turno al gineco, on line. Ojalá llegaran los paps on line, che. Menos mal que esta gineco, supongo, està bien lejos mìo. Es una forma aguda de ignorancia. Lo siento por vos, pero ya está. A otra cosa mariposa.

Alicia R. dijo...

Tolenti, eso se da por descontado...

Rossana, sí me comunico bastante por mail. Me piden turnos, me hacen consultas y a las que mandamos el Pap a mi citóloga (y ya lo pagaron :-) se los mando por mail. Lo que les digo es que si bien yo abro el correo todos los días, si tienen algo urgente que decirme me llamen al celular. Siempre conviene aclarar lo obvio :-))

Gioconda dijo...

Recuerde para la próxima vez (y seguramente ya se habrá dado cuenta de eso) que es mejor decir que no y pasar por mala onda que hacerse tanta mala sangre.
YO ODIO hacer monografía en grupo también. Porque siempre en los grupos están los parásitos que aprueban gracias al trabajo de los demás, los que nunca se pueden reunir, los que "se les rompe la pc" cuando tienen que buscar info, etc.
Si hay que hacerlo de a 2 tengo a mi gran amiga que es hincha pelotas y obsesiva como yo, pero con otra persona no puedo.

Por cierto, los profesionales con horrores de ortografía me dan miedo y más si son médicos :P

Besos!

Alicia R. dijo...

Gioconda, por usar una frase cliché "mejor sola que mal acompañada" ;-)

Muppets de Balcón dijo...

Con compañeros así, nos quedamos toda la vida con los lobos marinos. Un beso.

Anónimo dijo...

no ze ofenda!, pero zi ziempre es tan ezigente alguna falenzia ezcuende!

Antonia Romero dijo...

Has abierto sus ojos a un mundo desconocido ¿qué más se puede pedir?

Ana dijo...

Me sumo a las victimas de trabajos de "equipo" que no son tales! Mira que hay cada caradura por ahí! Eso sí, aunque uno se lo proponga, tiene que esforzarse, porque si no pasa un tiempo y reincide!! Cariños.

Pitoti2 dijo...

Ya que está tan aggiornada, le pido un consejo.

¿Qué puedo hacer con una esposa, que no sabe usar la computadora, que le pide a su marido ingeniero (vos, que sabés de computadoras) que le baje material de "odontología" de la red y que le transcriba el trabajo, a las 9 de la noche cuando llega muerto del laburo despues de haber usado la computadora durante doce horas diarias durante los últimos diez años?

Alicia R. dijo...

Muppets, claro por un lado no te ayudan, pero tampoco te prometen y no cumplen.

a5, tenés razón :-)

Antonia, me dió la satisfacción de haber cumplido con mi buena labor del día ;-)

Ana, creo que ni siquiera voy a reincidir en hacer otro curso anual. Ni siquiera empecé a estudiar par el final...

Pitoti, es difícil porque no estoy segura de que en ese caso el asesinato sea considerado en legítima defensa. Mi consejo es consultarlo con un buen penalista.

Anónimo dijo...

Bueno, ya te extrañaba!!
Que lindo viaje!! Yo lo hice hace como.... 25 años!!! Ay! como pasa el tiempo!
Después de esta monografía me parece que ya te curastes de espanto, jeje!!
Besos, Brigitte

Pitoti2 dijo...

Gracias por el consejo: ya nomás me pongo a buscar con el Google un buen abogado de la zona...

Cigarra dijo...

Tienes mas paciencia que un santo de piedra. Yo la había mandado a hacer puños para hoces al segundo intento de que usara el correo. Si sigue en la época de la pluma de ganso es su problema. Tengo un amigo que dice que la vida es demasiado breve para perderla con pelmazos. Estoy de acuerdo.