viernes, noviembre 03, 2006

Convalescencias paralelas


Mi marido pasó ayer por una operación en el tobillo no demasiado importante. De todos modos, todavía no puede apoyar el pie. Le hicieron una anestesia peridural, la misma que me hicieron en los partos. Eso me hizo evocar mis días en la maternidad. Ambos estuvimos internados 3 días entre el gran acontecimiento en sí y el post. Las únicas diferencias son:

1)El sólo se puede levantar con muletas.
Yo me podía levantar sintiendo sólo las molestias de "los puntos".Menos mal, porque:

2)El está en su cama dedicado a mirar la tele y leer revistas.
Yo estaba en mi cama intentando amamantar y fuera de ella paseando a mi recién nacida en brazos para que no llorara, adivinando que le pasaba, procurando intuir la llegada de la neonatóloga para apagar a tiempo el aire acondicionado. Creo que también había una tele en la habitación.

3) Su cónyuge lo visita para preguntarle que necesita, le compra lo que quiere comer, la consigue las muletas, le compra el diario.(Tampoco la exageración, mi marido es un paciente muy ídem y yo no tengo vocación de geisha)
Mi cónyuge me visitaba con mi hija mayor que aprovechaba para saltar en mi cama y plegarla de todas las maneras que el mecanismo permitía. También agarraba la cunita de su hermanita recién nacida y la empujaba en una carrera loca por toda la habitación. Era culpa de la bebé por haber nacido 2º. A mí me ponían tan nerviosa que terminaba echándolos. Con lo cual me quedaba sola para atender a la bebé.

4) El duerme a la noche.
Yo, después del trabajo de parto y el parto en sí, pasé los 2 días y las 2 noches siguientes atendiendo a mi hijita sola porque mi maridito estaba con mi hija mayor y las h de p de las enfermeras de neonatología de una distinguida clínica, se negaban a llevarla un rato a la nursery por la noche para que yo pudiera dormir. Quizás pensaran que el proceso del apego se iba a ver perturbado si yo dormía 2 horas seguidas. Qué se yo.

5) Entre el shock de la maternidad, los cambios hormonales y la tensión constante, en uno de los controles la obstetra me encontró encerrada en el baño llorando. Me dijo que era normal y me consoló.
Los hombres no suelen encerrarse en el baño a llorar, pero en el caso de que mi marido lo hiciera no creo que el cirujano se dedique a consolarlo.

6) El se llevó un informe de anatomía patológica
Yo me llevé una bebé nuevita.

Mañana le dan el alta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No ves que ser mujer tiene mil ventajas???? Llorás y te consuelan... qué más querés, desagradecida?

Que se cure prontito... (lo digo por vos! je je)

El Canilla dijo...

Te faltó agregar que te llevaste un proyecto y una esperanza.

Cuando a uno le operan el tobillo, se lleva el saber que correr y jugar un partidito no será lo mismo.

Alicia R. dijo...

Gracias, ¡es verdad que la gente te consuela! :-))