
Les dejo un minicuento para el fin de semana.
Un milagro
Llorenç Villalonga
Le habían asegurado que la Sagrada Imagen retornaría el movimiento al brazo paralizado y la señora tenía mucha fe. ¡Lo que consigue la fe! La señora entró temblando en la misteriosa cueva y fue tan intensa su emoción que enmudeció para siempre. Del brazo no curó porque era incurable.
FIN
genial, de verdad
ResponderBorrarcaramba, son misteriosos los caminos del Señor
ResponderBorrarLa fe es una poderosa entidad que hace lo que quiere de nosotros!!
ResponderBorrarAmen...
ResponderBorrarA veces, poder no hablar es el gran milagro.
ResponderBorrarSaludos.
Quizá era el milagro que había ido a pedir su esposo ; )
ResponderBorrarSí,quien sabe....los caminos del Señor son inescrutables.
ResponderBorrarMe gustó la sugerencia de Ana ;-)