sábado, septiembre 30, 2006
Es que usted es muy nerviosa
Me parece más honesto decir: "No sé porqué le pasa esto. Las causas podrían ser muchas. Me quedo tranquila por haber descartado las causas identificables y que necesitan tratamiento específico. Ahora veamos que se puede hacer con sus síntomas." ¿O acaso se supone que los médicos tienen que saber siempre todo? No digo saber lo que se conoce, que es un requisto básico. Digo dar explicaciones sobre lo que todavía no se tiene idea, y pasarle el fardo al paciente. "No es que todavía hay mucho que ignoramos, sino que usted es muy nerviosa". Tampoco digo que el estrés no cause enfermedad, digo que no se le puede poner el mote de psicológico a todo trastorno que no entendamos.
Pero como todos somos humanos, lo hacemos ;-). En los años '50, cuando el conocimiento de la reproducción humana era pobre y los tratamientos efectivos casi inexistentes, se consideraba que la mitad de las parejas infértiles lo eran por causas psicológicas. Ahora con la explosión diagnóstica y de los procedimientos de fertilización asistida, casi se acabaron las causas psicológicas, por lo menos como único diagnóstico.
Toda esta larga introducción viene a cuento de una nota fascinante (para quién les habla, claro) que leí hoy Volvió la histeria, aunque ahora con otro nombre.
Creo que me atrapó por dos cosas. La primera es ver cómo nuestra visión de los problemas difiere de acuerdo a nuestros conocimientos y la moda o la mentalidad del momento. Lo otro es ver que no existe la mente y el cuerpo con esa visión dualista tan occidental (me van a tener que perdonar, hoy estoy en onda filosófica). Como conceptos tan "psicológicos" como la voluntad o el deseo tienen su base en el cuerpo.
Fin, el que quiera puede leer la nota y el que no está autorizado a retirarse y seguir con otro blog
Muchas gracias
jueves, septiembre 28, 2006
¿Qué nos señala que se aproxima el Día de la Madre?
lunes, septiembre 25, 2006
Educación sexual: acuerdo para que se dicte desde el preescolar
Educación sexual: acuerdo para que se dicte desde el preescolar
¡Qué fastidio! Se la pasan pidiendo cosas. Seguro que mañana nos viene una nota en el cuaderno de comunicaciones para que compremos "Mi primer Kama Sutrita, ilustrado (con monigotes)".
You can't stop the music
(Léase el título con la música de los Village People a todo volumen)
Sinceramente es un problema.
Escena 1: 21 de septiembre. Día de la primavera y, mucho más importante, cena romántica festejando nuestro aniversario de casados. Bueno, romántica porque nos comunicábamos con las miradas. Hablar, imposible por el volumen de la música (versiones remixadas de valses de Strauss. ¿Es necesario simplificar aún más una música tan accesible y popular?).
Le pedimos al mozo si se podía bajar la música. "Ay, es que justo están al lado de los parlantes", fue la respuesta. Alejarse de los parlantes, implica trasladarnos al área de fumadores. Difícil decisión. Al final, terminaron bajándola en algún momento. Quizás ellos tampoco entendían los pedidos.
Escena 2: Concurro a la peluquería infantil "Rulitos". Mientras le cortan el pelo a mi hija, diversos representantes del pop latino atronan nuestros oídos. La peluquera canta, fascinada con la música que había elegido y me pregunta si quiero que le corte así o asá. Entiendo la mitad de lo que me dice y le respondo a los gritos. En un momento le digo que no la escucho porque la música está demasiado fuerte. Ella tampoco oye mi comentario. O sí, y se hace la tonta.
Etc. Podría seguir contando anécdotas similares, pero creo que sería redundante. Y ahora me encantaría decirles que es espantoso que estemos todo el tiempo rodeados de una cortina de sonido. Que lo único que deberíamos oír es el canto de los pájaros y la caída de la lluvia en la tierra. Pero sería muy hipócrita de mi parte.
A mí me gusta escuchar música cuando yo quiero, que no es siempre. Me gusta que sea la música que yo elegí y al volumen que yo quiero. El problema es que todos pensamos igual, y así y terminamos en un caos sonoro.
Así que en este Año Nuevo 5767 que se inicia (antes que se pongan a investigar en Google, les cuento que es el Año Nuevo Judío), mis deseos son:
Que no haya más hambre en el mundo.
Que haya paz en la Tierra
¡Qué bajen el volumen, que así me rompen los oídos!
martes, septiembre 19, 2006
¿Hasta cuándo voy a poder usar a mis hijas como excusa?
Una de las múltiples alegrías que nos da la maternidad, es poder usar a nuestros hijos como excusas para lo que no queremos hacer.
Ejemplo de la vida cotidiana que disparó esta pregunta. El profesor de natación me pregunta si voy al encuentro de torneo-pizza que hacen por el día de la primavera. La verdad es que no hace mucho que voy a ese club y fuera de intercambiar algunas frases en alguna pausa de la clase, no conozco a nadie. La excusa , usada a lo largo de años y años, surge natural. Con cara de "que pena no poder ir", digo "Me encantaría pero, ¿sabés qué? ¡No tengo con quién dejar a las chicas! Tengo un lío en casa... Coartada perfecta. ¿Quien te la puede discutir?
Para ser sincera, el domingo salimos con mi marido y el lunes me fui a comprar colchas y sábanas (sí para los nuevos sommiers), y mis hijas se quedaron solas, felices de no haber tenido que acompañarnos en nuestras aburridas actividades. (Casi todo lo que hacemos según ellas). Me dí cuenta de que si la sigo usando sin pensar va a llegar el momento en que "la chiquitita" va a ser tan grande que nadie se lo va a creer ;-)
De paso, aprovecho este post para decirle a todas mis amigas a las que les debo llamadas y/o visitas que me encantaría hacerlo lo antes posible, pero ¿saben qué? no tengo tiempo porque tengo que cuidar a mis hijas.
domingo, septiembre 17, 2006
Camas separadas y un momento de nostalgia
Finalmente nos deshicimos de nuestra cama destruída y compramos camas separadas. O sea que a partir de anoche dormimos en sendos sommiers de plaza y media, separados por unos centímetros. Los ruidos son los mismos, pero el movimiento no se transmite.
Cuando bajábamos los restos desarmados de nuestra única cama matrimonial, mi marido se puso nostágico y comentó: "pensar que en esta cama concebimos a nuestras dos hijas". Enseguida se corrigió, "bueno, a una de nuestras hijas", porque la otra fue concebida en el IFER (de paso, si ven la página no se crean nada de lo de la atención personalizada).
Para ser justa con mis dos hijas, ¿tendría que ir al IFER y pedir permiso para acostarme sobre la camilla donde se produjo trascendental momento, y de paso leer, dormir y mirar la tele ahí?. Bueno, mejor no. Seguro que me cobran por mirarla.
viernes, septiembre 15, 2006
Yo te enseño
Me parece que los libros con los que aprendí a leer eran diferentes. A veces ni entiendo lo que hay que hacer. Entonces le pregunto a mi hija mayor, quien según sus palabras "hizo muchos de esos".
Doblemente deprimente.
jueves, septiembre 07, 2006
Sano y natural
Viajando en el 106, ví cruzar una van con la leyenda "Tabaco natural del Caribe". Me llamó la atención, y no por primera vez, el uso de la palabra "natural". Como se trataba de una propaganda, me imagino que lo pusieron para decir algo positivo del producto. ¿Qué como es "natural" es sano y no daña? ¿Qué como es "natural" es bueno y punto?
Los que no hacen nada no mejoran pero tampoco dañan (en todo caso sólo al bolsillo). Valen por su efecto psicológico. Los que sí tienen acción farmacológica, tienen efectos adversos, toxicidad y contraindicaciones (situaciones en los cuales no deben ser tomados). O sea, que son iguales a cualquier medicamento. (Qué desilusión)
Creo hubiera sido mejor pasar una noche de insomnio natural, o tomar valeriana, o ambas.
sábado, septiembre 02, 2006
Bajo palabra
Aunque ya hace un tiempo que lo leí, hoy volví a acordarme de Bajo palabra de Akira Yoshimura. Si hacen click sobre enlace pueden leer el 1º capitulo. El resultado es brillante (desde el punto de vista literario)
El protagonista, Shiro Kikutami mata a su mujer, hiere a su amante e incendia la casa donde se encontraban (matando también a la madre del amante de su mujer). Después de dieciséis años en prisión, Kikutani sale en libertad bajo palabra.
El resultado es brillante (desde el punto de vista literario, claro). No quiero contar más para no arruinarle la sorpresa al que lo quiera leer. La descripción psicológica del protagonista es maravillosa y el final es muy bueno.
Claro, también puede suceder que lo lean y lo odien. Es sólo una sugerencia.
(Para reclamos leer atentamente el apartado legal. Lamentablemente no está disponible online. Deber ser solicitado en forma personal de los miércoles de 3 a 3.05 AM en el Reino Muy Muy Lejano. Inútil presentarse sin el formulario XZKT/650332 actualizado).