viernes, julio 21, 2006

Manejo de sustancias peligrosas

Siguiendo con el tema alimentario, la semana pasada comprobé la contracara de "si como demás, engordo" que es "si como menos, no engordo". Claro se dice fácil pero requiere un cuidadoso manejo de las sustancias peligrosas.

Situación 1: tuvimos una maravillosa reunión en casa. Como resultado de la misma, quedan en nuestra cocina una torta y media, masas finas y secas, unas galletitas que no le gustaron a nadie, 1/4 de budín de chocolate, un montón de sandwiches de miga, 13 empanaditas de jamón y queso y otros varios. ¡Horror! Sé que nuestra convivencia es imposible, que lo nuestro debe terminar, ¡ y lo antes posible! So pena de que desaparezca en mi interior al día siguiente.
Las opciones son freezar o regalar.
Freezar lo que se pueda está bueno, pero corremos el riesgo de descongelarlo y comerlo más adelante. A eso hay que sumarle la tortura de saber que, aunque duro como una piedra, sigue ahí a la distancia de una pasada por el microondas.

La 2º opción es regalar. Esa es muy buena, pero no siempre funciona. En mi familia, todos "se cuidan" así que ofrecer una torta de chocolate y crema es como regalar desechos radioactivos. Nadie los quiere.

Situación 2: Alguien me quiere mucho y me demuestra su afecto con una caja de bombones o una tableta de 200 g de chocolate (¿se nota por dónde pasan mis gustos?). Yo estoy muy agradecida con el gesto, pero mi parte más realista me dice que lo mejor es hacerlo recircular. Racionalmente podría abrirlo y comer 2 ó 3 cuadraditos, pero las veces que lo intenté terminé en un estado de inconciencia del cual sólo emerjo con la boca llena de chocolate , la caja sospechosamente vacía y muchos papelitos alrededor.
Una buena opción es abrirlo con más gente que nos garantice que a duras penas podamos comer un bombón.

Muchas veces se lo cedo a mi hija mayor con la condición de que lo esconda en las profundidades de su habitación para que yo no sepa dónde está. A veces lo encuentro....

3 comentarios:

Alicia R. dijo...

Mandalo a mi casa (no, mejor, no :-)

Bebe dijo...

Anoche exactamente, mientras terminaba de ver una copia trucha, truchísima de X-men 3, que habia empezado hace 3 días (es que con la criada es muy dificil ver una pelicula de una sola vez!) le dije a mi maridín que de eso de tener algo rico escondido sabe y bastante, si no tenía un bocadito para ofrecerme, sí yo! que todavia no recuperé mi peso pre-embarazo y a este ritmo no parece que lo logre pronto. El muy cochino vino con 2 nugatones y una tableta de chocolate garoto de 200grs de chocolate con cereal (mi preferido definitivamente) y lo que iba a ser un cuadradito se transformó en una tira!!!!
Luego, cuando terminé los 40 minutos que me quedaban de película, baje me puse el pijamas y me parecía que me quedaba mas ajustado, se que sufro del efecto de "engorde instantáneo", es decir que la culpa me hace engordar inmediatamente de haber cometido el delito alimentario. Un horror!!!

Alicia R. dijo...

Yo a la culpa la ignoro bastante, pero lamentablemente no es lo que te engorda.
Atu maridito no sé si decirte que me lo mandes para casa (realmente me tentaste ;-) o que deberías especificar muy bien que significa la palabra "bocadito".

Besos y sigo tu blognovela